Una familia espiritual es como árbol. Es como un tronco que se ramifica extendiéndose hasta consolidarse en muchas hojitas. Cada hojita de éstas es como uno de nosotros. Ella es independiente a las otras hojas; sin embargo, está vinculada por el ramaje espiritual a todas las demás hojas. Así, cuando una rama es lastimada o arrancada todas sus hojas se ven afectadas. Al igual que al afectar a una hojita de una rama, lo que en realidad sucede es que se afecta a las demás hojas que pertenecen a ella, incluyendo a nosotros mismos. Y más allá de esto, está la gran familia; que es el tronco espiritual simbólico de lo Uno, de lo que nos une a todas las partes con el todo.
La familia espiritual no necesariamente es la familia biológica. Ella puede darse con un extraño o con personas que no pertenecen a nuestros familiares. Además, nuestros maestros espirituales, que pertenecen a la familia, suelen estar mezclados entre nuestros conocidos y no siempre son la imagen ideal de un maestro. A veces se presentan como aquellas personas que nos hacen sufrir más, porque en ocasiones algunas enseñanzas se forjan mejor cuando vienen de la incertidumbre y del dolor. De la misma manera, es muy probable que nosotros seamos maestros de este tipo. Seguro habrá a quien le produzcamos ciertos momentos negativos de lo cuales puedan aprender. Así que una familia espiritual es difícil de reconocer desde el ámbito ético, social y biológico al cuál estamos acostumbrados. Ella va más allá, pues su reconocimiento no está delimitado, está en el torbellino del instante mezclado con el paso del tiempo. Sólo la historia, sin ya ser partícipe de ella, nos hará saber con más claridad a donde y a que pertenecíamos.
Otro aspecto de la familia espiritual es que no está determinada ni temporal ni especialmente. Los integrantes de una familia espiritual como pueden estar juntos como pueden estar separados en el tiempo o en el espacio. El vínculo espiritual pertenece a distintas dimensiones y su interacción es muy compleja. Por ello hay que tener en cuenta que tú como brujo permanezcas sereno ante tal indefinición y conflicto de lo que es la familia espiritual. Mantente energéticamente estable para que cuando alguien te solicite puedas guiarla por el mejor camino. Recuerda que tu intuición de bruj@ se guía por el destino y la fuerza de lo Uno, no olvides compartirla. Qué ninguna explicación científica te confunda, piensa y siente con el espíritu.